"Los Supercamorristas" es una comedia de acción que sin embargo, gracias a su coreógrafo, Sammo Hung y dos grandes artistas marciales en su mejor momento de forma, Jackie Chan y Benny Urquidez, nos han dejado uno de los más grandes combates rodados en el cine. De todas las películas de artes marciales que se han rodado en España, hay una que destaca y con mucho, sobre las demás: “Los supercamorristas”, coproducción hispano-hongkonesa, que se rodó íntegramente en Cataluña (Barcelona ciudad, alrededores y Tarragona) La película se estrenó primero en Barcelona, el lunes 23 de julio de 1986, en los cines Aribau y Regio Vistarama Palace, con un mes y medio de permanencia en cartel. En Madrid lo hacía dos días más tarde, el miércoles 23 de julio de 1986, en los cines Tívoli y en los multicines Madrid III, en el primero estuvo un par de semanas en cartel y en el segundo “casi” estuvo dos meses proyectándose. “Los supercamorristas” obtuvo un discreto éxito en nuestras pantallas, la verdad es que apenas si tuvo publicidad o al menos, la que se merecía por su calidad. A nivel de revistas cinematográficas, la repercusión fue casi nula, solo las revistas de artes marciales “Budoka” y “Dojo”, hablaron de ella, quizás algo comprensible en aquellos años, pues prácticamente, sólo conocíamos a Jackie Chan por la “Serpiente” y “El mono” y por supuesto, algunas películas más que se habían estrenado en nuestropaís, sin obtener el éxito de las primeras. Respecto a sus compañeros de reparto, sólo una minoría conocíamos a Sammo Hung y “casi” nadie a Yuen Biao. A éste último, pocos sabían de él si no era por publicaciones extranjeras, puesto que ninguna de las películas que había protagonizado, se había estrenado en nuestro país. Debido a esto no fue de extrañar el escaso interés que obtuvo el film, a pesar de rodarse aquí. De hecho, quien suscribe esto, se enteró del rodaje de la película, por casualidad. Sucedió en una visita que hice a Barcelona, donde paseando por Las Ramblas, con José Mª Prat me indicó, para mi sorpresa, donde habían estado filmando algunas de sus escenas. Por más que intenté localizar y contactar con el equipo de rodaje, fue imposible, a los pocos días regresé a Madrid. Aquél mismo mes, la revista “Budoka”, en el especial julio/Agosto de 1984 y, en la revista “Dojo” nº 75, aparecieron sendas entrevistas donde hablaban sobre el film. Ambas iban firmadas por German Monzón, quien aparte de trabajar en la película a nivel técnico, en aquellos tiempos, era un conocido “Sifu” de Kung fu que daba clases en un famoso gimnasio de Barcelona. Tiempo después sería conocido como el “Ed Wood” catalán, director de películas con un escasísimo presupuesto y aún más escaso talento. A nivel marcial dirigió “El poder de la venganza”, película que nunca se llegó a estrenar en cines, aunque sus derechos de distribución los tuviera Filmax y, si tuvo una tibia distribución en video. Remitiéndonos al tema que nos ocupa, hasta aquellos artículos que se editaron entonces, en una época que podíamos denominar como los albores del “Full Contact”y un deporte extremo, denominado “Kick Boxing”, existían numerosos rumores que su máximo exponente, el gran Benny “Jet” Urquidez estaba rodando una película en Barcelona, y que entrenaba en un Gimnasio de allí, sin embargo, se desconocía que en el largometraje le acompañaran Jackie Chan, Sammo Hung y Yuen Biao. Tras realizar numerosas gestiones e indagaciones, logré recabar información para intentar realizar un reportaje a los personajes que interesaban a “Dojo”, es decir: Benny Urquidez y Keith Vitali, los dos más grandes luchadores del momento, aunque cueste creerlo, para “Dojo”, los otros personajes eran circunstanciales (aunque no para mí). Cuando estaba preparando el viaje, Lauren Films, la productora, nos comunicó que el rodaje de “Los supercamorristas” había finalizado y el equipo había abandonado el país, por lo que tan solo y como consuelo, pude escribir la crítica de la película unos meses antes de su estreno, siendo publicada en el número 96 de “Dojo”. Eso sí, todavía conservo algunas de las fotos inéditas y exclusivas de Jackie Chan que nos facilitaron o habría que decir, los negativos de las mismas. No son posados ni técnicas a nivel marcial. La película obtuvo un gran éxito en el sureste asiático, recaudando diez millones de dólares. Tanto en Hong Kong como en Japón se estrenó más de un año antes que en España, donde sólo recaudó 384.000 euros. Llevó por título “Kuai can che” en la excolonia británica y Spartan X en el país nipón. Al año siguiente de su estreno, fue presentada en Cannes donde se proyectó en la sala Olympia, eso sí, el título en inglés que debía ser “Meals on Wheels”, fue cambiado por “Wheels on Meals”, debido a que los directivos de la Golden Harvest, como buenos chinos, eran muy supersticiosos y sus dos películas anteriores que comenzaban por la letra “M” (“Megaforce” y “Menage a Trois”) fueron un fracaso en taquilla. Lo cierto es que tuvo una buena acogida y varios países adquirieron sus derechos de distribución. En nuestro país obtuvo mejor acogida en video que su estreno en cines. En España, tras el estreno de “Los Supercamorristas”, mucha gente que trabajó en la película habló de su experiencia en ella. Entre ellos, Los hermanos González y González, practicantes de Taekwondo y famosos en aquella época, por su participación en el programa de televisión ”Si lo sé, no vengo”. De las declaraciones que hicieron sobre su participación en la película, destacaría: “Jackie Chan era muy paciente, además de ser una persona cómica. Te explicaba las técnicas que tenía que hacer de una forma pausada y tranquila. Te lo repetía todas las veces que fuera necesario. Siempre sonreía. Yo lo vi una persona equilibrada y muy simpática. Es un gran especialista, un tipo muy extrovertido y amante de la juerga. Durante los descansos a la que te descuidabas y lo perdías de vista; estaba hablando y gesticulando con alguna chica. Siempre estaba rodeado de personas, sobre todo chicas, pidiéndole autógrafos, fotografías, etc...” “Jackie chapurreaba alguna palabra en español y catalán, aparte, algo de inglés, pero parece ser que la barrera del idioma era algo trivial para él, para hacerse entender utilizaba el lenguaje universal de los gestos y la risa. Destacaba por su simpatía y humor. La gente que le rodeaba, no paraba de reírse. Nunca nadie que se le acercó, tuvo un problema para hacerse una foto o recibir un autógrafo”. “Jackie Chan era un gran amante de la juerga, le gustaba salir y divertirse, también le gustaba beber, aún recuerdo las partidas de póker que echaban entre los tres. La apuesta mínima era de doscientas o trescientas mil pesetas. Era increíble. Sammo jugando con su enorme puro y su cubata, aparte era un gran amante del coñac, pues se bebía sus buenas copas. Nunca vi fumar a Jackie, pero eso si, los cubalibres eran visto y no visto. Eran grandes bebedores” “Cuando jugaban al póker veías en la mesa fajos enormes de billetes de cinco mil pesetas, y en cierta ocasión Sammo perdió en una noche la escalofriante suma de tres millones de pesetas, y él sin inmutarse, acabó la partida y se fue a dormir plácidamente.” “El equipo de rodaje se desplazó fuera de la ciudad para rodar las escenas finales de la película. Tras el rodaje, todos se hospedaban en el mismo hotel. Por la noche, eran famosas las timbas que se montaban. Había varias mesas, evidentemente, las apuestas más fuertes, tenían lugar en la mesa de los tres dragones. Por regla general, los norteamericanos, se retiraban temprano a descasar”. Todos los que estuvieron allí, coinciden al decir que, los dragones eran grandes bebedores (?), a lo largo de la noche podían caer ocho o diez cubatas por cabeza. Respecto al fumar, sólo lo hacía Sammo Hung, el cual después de la comida o durante las partidas, fumaba unos puros enormes. Según cuentan, aguantaban muy bien la bebida, al final de la noche, cuando se iban a dormir, se les veía contentillos, pero nunca ebrios. Respecto al juego, parece ser que era la debilidad del equipo chino. Cuando tenían un hueco o simplemente, no les tocaba trabajar, se echaban una partida a los dados o cualquier otro tipo de juego. Muchos se sorprendieron por la cantidad de dinero que se jugaban. Los chinos, les explicaron, que el costo de la vida en España, comparado con el de Hong Kong, era muy barato. Esta fue una, de las muchas razones, por la que se eligió rodar en España. Esta es la opinión de los hermanos González sobre Jackie Chan: “Considero que Jackie es un magnifico practicante de las artes marciales. Tiene una preparación física increíble, aparte es un gran acróbata y un gran especialista. Siempre cuidaba su forma física. Antes de preparar una escena de combate, hacía un calentamiento previo. Le veías un cambio de piernas, una elasticidad increíble, se movía como una pluma, veía que ponía la pierna en 180º como si nada. Era un gran técnico, su preparación física era masiva, es imposible hacerte una idea sobre su destreza. Hay que verlo para creerlo. Aparte era un experto en el monopatín, hacia unas cabriolas increíbles” “(….) Cuando rodábamos en el castillo, realizó un salto, que se cuelga y hace como una pirueta, saltando hacía abajo y se escapa; pues, había como una altura de unos diez metros, la amortiguación era mínima, caía sobre unos cartones nada más. Él saltó tan sonriente y preguntando que si había quedado bien la toma, ante nuestras asombradas miradas, fue increíble, cualquiera de nosotros se hubiera roto la crisma, él en cambio, ni se inmutó.” Jackie por su carácter, por sus cualidades físicas, por no poner ningún impedimento a la hora de rodar cualquier escena, se ganó el respeto de todos, incluyendo, el de los norteamericanos, por cierto sobre esta escena que comentaban, Keith Vitali declaro:“La seguridad personal de Jackie parecía estar en un segundo plano cuando se trataba de conseguir una buena toma para la película. Recuerdo que en la escena del castillo en la que Jackie y sus amigos tienen que entrar por una ventana para que los malos no le detectasen, Jackie me preguntó cómo podría rodarla a lo que le respondí: ¿Cómo vas a trepar por la paredes hasta llegar a la ventana del castillo que está a 9 o 10 metros de altura?" después de mirar a la pared, le dije que era inexpugnable y que tendrían que pensar una manera de entrar por la puerta principal. Jackie sonrió cuando le dije que no podía trepar por la pared y luego me enseñó un par de palos gruesos y fuertes, alrededor de un 1 metro 20 de largo y sin la menor vacilación Jackie corrió hacia la pared, no puedo precisar hasta qué altura, pero literalmente trepo para al llegar a un punto, e introdujo uno de los palos en un agujero del castillo. A continuación, giró sobre el palo como un gimnasta, se paró sobre él y me miró sonriendo. A día de hoy no sé si ya lo tenía planificado o si era algo que improviso en aquel momento. Aquello me impresionó. Él usó aquel truco en la película y no utilizó ningún dispositivo de seguridad. Un resbalón y hubiera habido un grave accidente, sin embargo Jackie sabía muy bien lo que podía hacer, todo aquello se grabó en una sola toma”. Los hermanos González también hablaron sobre Yuen Biao: “En la escena en la que yo salgo enfurecido de un restaurante con dos de mis secuaces, yendo hacía a Lola Forner para cogerla del pelo, que es la que me ha robado la cartera, hay una mano de un chino pequeño, que me lo impide, con gafas repipi y con cara de estudiante y rápidamente le conecto una patada de empuje en el pecho, lo envió tres o cuatro metros de distancia y seguidamente Jackie me golpea en la cara, mis secuaces luchan con Jackie y yo continuo con David, aquí quiero aclarar una cosa, nos golpeábamos de verdad. Yuen Biao llevaba protectores por todas las partes. Yo cuando le di la patada de empuje, la realicé con mucha potencia y él se pico, cuando venía a la contra, me coge y me pega un puñetazo cayendo de bruces sobre un banco (que por cierto a Sammo le gustó mucho la caída, decía que era magnifica) y me fui a levantar con tan mala fortuna que al apoyar el brazo para incorporarme, él me tenía que lanzar una patada, una patada circular en el brazo en el que me apoyo. Yo tenía que dejarlo relajado fue todo tan rápido que no reaccioné y lo deje rígido y entre el patacón que me asestó y tenso que tenia el brazo, lo tuve varios días dolorido.” Y de Sammo Hung… “Quiero aclarar que a pesar de su aspecto físico, engaña una barbaridad. A más de uno puede sorprender la agilidad y la rapidez que tiene. Daba unos saltos y unas piruetas realmente increíbles. Estaba muy atento a todo, sobre todo de los detalles, para que todo saliera a la perfección. Es un gran profesional. Durante el rodaje resaltaba su mal genio, gritando y dirigiendo al personal con gran autoridad. Estaba nervioso a más poder, porque aunque vino con ellos un chino que hablaba perfectamente el español, había veces que no nos entendíamos, porque hay palabras chinas que no tenían traducción y eso acababa con la escasa paciencia de Sammo. Estaba contento con el equipo español, aunque ellos llevaban el suyo propio, que era el mejor equipo de especialistas de Hong Kong.” Todo el que ha trabajado con Sammo hace hincapié en su mal genio y su escasa paciencia, sin embargo, cuando ven los resultados en pantalla, todos claudican ante su genialidad coreografiando.
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